Ya conozco esa sonrisa,
esa mirada,
ese movimiento de tu cabello,
esa sombra que se forma tras las rejas,
esos silencios que me gritan cuando espero,
a que salgas de esa residencia sin salida,
donde el olvido se apodera de tus sueños
donde las noches te acicalan con desvelos.
Y el día vuelve a nacer,
y tú más joven
o eso crees,
y tú menos tú,
yo ya lo sé
que no es por ti,
que es por él.
El puto alzheimer
que te arrastra al cautiverio,
a la pérdida de tu propio ser.
Y el mundo vuelve a girar,
más bien nunca paró,
la vida sigue y tú te vas,
aunque aún estás
pero sin estar
al menos tú.
Yo ya lo sé
que no es por tí,
que es por él.