El pasado es como el punto ciego de los retrovisores,
selectivo.
El presente es como una señal de stop,
que a veces te la pasas por el forro de los cojones
y otras te quedas quieto, mirando como pasa todo.
Y el futuro es como esa carrertera por la que nunca has pasado
que te vas equivocando de dirección pero no hay ningún desvío para dar la vuelta
y no te queda más remedio que seguir adelante.