Me sacudiré como un perro viejo,
para desprenderme de las pulgas de recuerdos,
que me muerden y me pican,
y no se separan de mi cuerpo.
Y se agarran las muy putas,
y me arañan el pellejo.
Pero será mejor que me las quite,
no vaya a ser que me acostumbre,
a vivir con su presencia,
y pensar, que hasta me aprecian.
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ResponderEliminar:)
ResponderEliminarme encanta..estan muy bien la verdad! te seguire leyendo ahora que se que escribes! :)
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