Sueño con desabrochar tu sostén,
cerrar la puerta de mi habitación,
quedarnos dentro sólo tú y yo.
Comernos a besos,
recorrer tus piernas,
sin miedo,
sin airbag,
y sin cinturón.
Preferir morir en las curvas de tus caderas
a no poder ser tu conductor.
Préstame tus labios, concédeme deseos.
Pídeme lo que quieras.
Dámelo todo y déjame sin nada.
Fuguémonos en unas vacaciones permanentes,
de desnudos, hoteles y moteles de carretera.
Pero por favor no te marches,
necesito más tiempo,
para observar las historias,
que cuentan tus ojos,
Tiempo para buscar un lugar en tu corazón.
Tiempo para bailes entre tus piernas,
y paseos por las montañas de tu pecho
Tiempo contigo.
Tiempo al fin y al cabo,
para disfrutar de ti.
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