Fui acusado de mentiroso,
y al estrado un invitado,
que cargaba contra mí,
se trataba de un reloj.
Fui acusado de mentiroso,
y en los cargos en mi contra pronunciaban
que debía trasladarme a Madrid,
alejándome de ti,
encerrado en una cárcel,
por mentir.
Fui acusado por mentir,
pues yo decía que la vida
junto a ella era un segundo.
Y así fue como un reloj me condenó.
En mi defensa alegué,
que estaba enamorado,
y exigí que condenasen
a sus ojos de verano que incitaban a delinquir.
Y mil años en la cárcel estaría yo por tí…
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